A mediados del siglo XVII y XVIII, «La Serna» era un lugar de cultivos y huertos propiedad del Prior de la Villa de Herencia, quedando en manos de los ciudadanos del lugar a través del contrato de arrendamiento. Por este motivo se tiene constancia de que ya existían diversas casas y pozos en dicho paraje.
Años después, se produce una reforestación de seis mil álamos llevada a cabo por el Prior, con fines económicos.
Para cuidar la nueva alameda y las tierras fue contratado un guarda que utilizaba como residencia una de las casas que se encontraban en ese lugar, dicha casa pasaría a la posteridad, a través de la cultura popular, con el nombre de «La Casa del Guarda». Así pues, a partir de este momento la figura del guarda queda presente hasta el siglo XX.
Dos siglos después, en 1934, a causa de una cesión, «La Serna»» pasa a ser propiedad municipal. A través de los estudios realizados en los archivos del Ayuntamiento y en concreto en los Libros de Actas del año 1934 se especifica que la casa del guarda fue donada al Ayuntamiento junto con la cesión de las tierras.
En época de Postguerra se toma la decisión de dividir la finca de «La Serna» para distintos usos, concediendo el arrendamiento de algunas de sus tierras a varios vecinos y decidiendo su repoblación forestal, así como su destino a Parque Municipal de forma definitiva en 1942. Durante este periodo el Ayuntamiento sigue dando la misma utilidad a la casa, hasta que el 13 de junio de 1946 con la inauguración del Parque queda reemplazada la figura del guarda por la del jardinero.
En el Libro de Actas de sesiones celebrada por la comisión gestora de este Ayuntamiento el día 10 de enero de 1946 se expone que: «Fue contratado Dº Vicente García Lozano, vecino de Malagón, casado y de profesión jardinero, y que actualmente desempeñaba este cargo en el Parque Gasset de Ciudad Real.
Este suplicaba ser nombrado jardinero mayor de Herencia con carácter interino, rogando al mismo tiempo que debido a su situación precaria y dificultades de la vida, agradecería grandemente le asignaran una gratificación que le permita el traslado de su familia y modesto hogar a esta localidad.»
La Comisión gestora acepta la petición de Dº Vicente permitiéndole el traslado de su casa y familia hasta la entonces llamada «Casa del Guarda», que a partir de ahora y a través de la tradición popular se conocerá como «Casa del Jardinero».
Posteriormente se sucedieron varios jardineros, aunque éstos no llegaron a ocupar la casa como lugar de residencia en su totalidad, debido a que las necesidades que se planteaban con el nivel de vida de la época no permitían una calidad de vida adecuada. A pesar de esto la casa sigue utilizándose para almacenar todos los utensilios necesarios para el cuidado del Parque Municipal, así como para guarecer a los distintos jardineros ante las inclemencias del tiempo.
En el momento inmediatamente anterior a la restauración, la casa se encontraba en un estado lamentable y ruinoso debido al paso de los años y al desuso, según queda constatado en el inventario de bienes y derechos del Ayuntamiento de Herencia, así como en las distintas fotografías tomadas antes de su rehabilitación.
Ante esta situación y dado que se trata de un edificio emblemático, perteneciente al patrimonio municipal de Herencia, se acordó su rehabilitación, empleando para ello una fórmula que permitiera al mismo tiempo favorecer la inserción profesional de jóvenes desempleados de la localidad, con dificultades para el acceso al empleo, mediante la enseñanza de un oficio, en este caso Albañilería y Carpintería Metálica.
Así, la «Casa del Jardinero», ya restaurada se ha convertido en la «Sala de Exposiciones Agustín Úbeda», siendo inaugurada como tal el día 21 de Septiembre de 2001, con la presencia del Sr. Delegado Provincial de Industria y Trabajo y del propio pintor Agustín Úbeda.