La Adopción es concebida como un recurso de protección para aquellos niños y niñas que no pueden permanecer en su propia familia.

Para que cumpla este objetivo, el Estado debe arbitrar todos los mecanismos necesarios para garantizarle al niño unos padres capaces de asegurar las atenciones propias de la función parental y evitar por otro lado una realidad creciente: el tráfico de menores.

Es esencial en las adopciones asegurarse, a través de la tramitación, de que éstas se realizan respetando los derechos de los niños y garantizar una adopción digna.

Un niño en España solo puede ser adoptado en tres supuestos:

  • Cuando la filiación es desconocida.
  • Cuando los padres dan su conformidad para la adopción.
  • Cuando los padres están privados de la patria potestad por un juez, o están incursos en causa de privación.

Para más información dirigirse a:

Programa de adopción internacional

Programa de adopción regional

 

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