Nemesio de Lara y el alcalde de Herencia han recibido a un contingente de niños saharauis que ha llegado a la región
El centro base de recepción de expediciones se ha montando un año más en Herencia El presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Nemesio de Lara, acompañado por el vicepresidente Ángel Caballero y por el
El centro base de recepción de expediciones se ha montando un año más en Herencia
El presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Nemesio de Lara, acompañado por el vicepresidente Ángel Caballero y por el diputado provincial y alcalde de Herencia, Jesús Fernández Almoguera, ha recibido esta mañana en la citada localidad, donde se ha instalado un año más el centro base de recepción de expediciones con referencia regional, a un contingente de niños y niñas saharauis que pasarán el verano en Castilla-La Mancha gracias al programa «Vacaciones en Paz».
«En estos tiempos de crisis económica y social es muy difícil encontrar una imagen tan hermosa de solidaridad como esta de Herencia», ha dicho De Lara, quien ha recordado las recientes manifestaciones que ha vertido en su discurso de investidura relativas a que se seguirá manteniendo la ayuda humanitaria a través de varios programas a los refugiados saharauis y también la financiación del programa «Vacaciones en paz».
Ha comentado, a este respecto, que es la mejor forma de contribuir a paliar la difícil situación que vive un pueblo en campamentos de refugiados en pleno desierto hasta que su situación quede resuelta.
De Lara ha explicado que la Diputación corre, un año más, con los gastos del viaje de los alrededor de 200 escolares, con edades comprendidas entre los 7 y 12 años, que serán acogidos este año en la provincia de Ciudad Real con el objetivo de que a las familias de acogida y a los ayuntamientos les resulte menos gravoso.
De Lara ha departido con los delegados del pueblo saharaui en Castilla-La Mancha y en Ciudad Real. Este último ha tomado la palabra también para agradecer al ayuntamiento de Herencia su hospitalidad y a la Diputación la gran ayuda que recibe el pueblo saharaui. No ha dudado en asegurar que la institución provincial es «el icono de la solidaridad con el pueblo saharaui» y ha agradecido que haga todo lo que está en su mano para que el mayor número de niños y niñas posible no pase el verano soportando temperaturas que superan los 50 grados a la sombra, además de que también se aprovecha para que sean revisados por facultativos por si precisan algún tipo de atención sanitaria.
«Un año más, Herencia se viste de solidaridad con el pueblo saharaui», ha dicho, por su parte, el alcalde anfitrión y diputado provincial Jesús Fernández Almoguera, para destacar, a continuación, que su localidad se vuelca durante tres días con el contingente de menores que llega a Castilla-La Mancha. Ha comentado, a este respecto, que la colaboración de 60 voluntarios es esencial para que los 640 niños y niñas que pasarán este año por su municipio sean asistidos y acompañados en todo momento.
Ha indicado, no obstante, Fernández Almoguera, que todo ello es posible gracias al apoyo de la Diputación y a la actividad que despliega la Federación de Amigos del Pueblo Saharaui, representada esta mañana en Herencia por los responsables regional y provincial, Francisco Real y Silvestre del Río, respectivamente.
Del Río ha agradecido el apoyo institucional y ha calificado de «día de fiesta» la jornada de hoy, puesto que es cuando por fin llegan los pequeños después de muchos días de trabajo. Ha añadido que en la provincia serán acogidos 200 niños, de los que 22 vienen por primera vez.
Del cuscús a la hamburguesa
Cada vez que llega un contingente de niños y niñas saharauis se registra un gran movimiento en el colegio público que hay junto al parque municipal de Herencia. Los voluntarios se apresuran a atender a los pequeños que llegan cansados del vuelo y del desplazamiento desde Alicante, donde han aterrizado unas horas antes.
Se les indica donde están los baños, se les provee de bebidas, se ofrecen bocadillos… los organizan lo más rápidamente posible. Cada provincia de Castilla-La Mancha está identificada por un color. En esta ocasión los que se quedan en la de Ciudad Real llevan la camiseta blanca, lo que permite que resalten más, si cabe, sus grandes ojos negros y su tez morena. Los responsables los conocen por sus nombres, puesto que algunos de ellos es la cuarta o la quinta y última vez que son acogidos, por lo general siempre por las mismas familias. Saben si hay que estar pendientes porque lloran, si son introvertidos hasta, incluso, lo que más le gusta comer. Pasan del cuscús a la hamburguesa y la pizza en horas. Y les encanta darse largas duchas, ir a la piscina y, sobre todo, jugar al fútbol.